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¿Estamos en guerra?
Artículos publicados hasta ahora:
1. Con la Geopolítica hemos topado.
2. La caida del Imperio.
3. ¿Estamos en guerra y no nos hemos enterado?
4. Con amigos así para qué queremos enemigos.
(1) Con la geopolítica hemos topado
Manuel Castro Zotano
General retirado
Blog: despiertaespana.es
Al socaire de la guerra de Ucrania han proliferado, como los procedimientos judiciales en casa del PSOE, una nueva especie de periodista, economista, analista, creador de contenidos, “influencer” o como le quieran llamar, que llena a rebosar blogs, programas de televisión, pódcast, redes sociales, plataformas de videoconferencia etc., para que nos den mascado lo que tenemos que pensar y decir sobre lo que está pasando en el mundo y cómo arreglarlo. No son otra especie que la de los “geopolíticos”(algunos, incluso más deshinibidos entran de lleno en el apartado de “geoestrategas”). No se alarmen eso ha pasado en todas las guerras importantes (“estrategas de café” les llamaban en la Primera Guerra Mundial o “expertos de sofá” en la Segunda Guerra Mundial). En esas guerras pretéritas se ironizaba sobre ellos, ahora se les escucha con respeto y veneración. Son legión, ayer, sin ir mas, lejos me puse a contabilizar cuantos geopolíticos hay en Youtube. Siento deciros que tuve que dejarlo cuando llevaba identificados uno sesentena y la cosa no tenía trazas de acabarse.
Hoy en día cualquiera puede ser geopolítico. Te voy contar un método infalible para llegar a serlo. Si cuando estabas en la Universidad asistías con regularidad al veinte por ciento de la clases, como mínimo, y aprobabas todas las asignaturas cada curso, te aconsejo que vayas a Wikipedia, entres en la voz “geopolítica” y te enteres a grandes rasgos de que va la cosa. !Cuidado¡, no se te ocurra leerte alguno de los libros de los gurús mas importantes del gremio, porque seguro que terminarás tirándolo a la papelera física o digital, a los pocos minutos. Te los voy a resumir en un plis plas: si el que escribe es un contralmirante (Mahan), afirmará algo así como “el que domina el mar domina el mundo”. Si es un diseñador de aviones de combate (Sversky) dirá: “el que logre la supremacía aérea obtendrá el poder global”. Si eres, en cambio, un profesor nacido a miles de kilómetros tierra adentro como Brzezinski, opinarás que “el control estadounidense sobre la región de Eurasia es pieza clave para el mantenimiento de la hegemonía de Estados Unidos”. Así que no te complique la vida, apréndete unos cuantos conceptos como “tierra corazón, “panregiones”o “balcanes globales” y de vez en cuando las sueltas para demostrar erudición. Bueno, ya formado sobre el asunto, búscate un instituto de estudios estratégicos, de la guerra o así, a ser posible en inglés, donde leer las ultimas noticias de los diferentes conflictos, sin faltar Ucrania y Gaza. En esos sitios se informa puntualmente de los hechos acaecidos minuto a minuto y , en algunos casos, se hacen informes ilustrados con mapas interactivos que te darán muchas pistas para que puedas formarte una opinión (procura ser de izquierdas porque de lo contrario no te lee, ve u oye ni el Tato -famoso torero sevillano del siglo XIX-) o, si no se te ocurre nada, pregunta a la Inteligencia Artificial que te dará una respuesta lo suficientemente simple para que la puedas difundir en un auditorio amplio. Si eres espabilado estarás en condiciones de pontificar como todo un experto geopolítico. Ahora bien, si eres cortito de luces, te aconsejo que vayas directamente a la fuente, en este caso un blog lejano y en inglés, para que no te pillen copiando y lo difundes como si fuera original tuyo. Como entiendo que eres limitadito mental y lo mismo no lo encuentras, te voy a dar directamente la dirección de un blog de reconocido prestigio entre la siniestra parte del espectro político. Se trata de la plataforma “Neutrality Studies” del profesor suizo Pascal Lottaz que trabaja en la prestigiosísima Waseda University de Kioto (ocupa el puesto 196 del mundo). En sus programas de actualidad el profesor interroga a diplomáticos, abogados, economistas, ex ministros, psiquiatras, etc., generalmente eméritos y con caída hacia la izquierda, que opinan sobre temas geopolíticos de actualidad con saña especial contra todo lo que huela a la defensa de occidente (EEUU, la OTAN, Israel, de Europa menos por su irrelevancia).
Como yo, a la vejez, también me he vuelto geopolítico, voy a comentar, brevemente, lo que se dice en los mentideros (nunca mejor llamados) mediáticos. Empecemos por el papel que juega EEUU en el tablero político global. En general, se habla hasta la saciedad del ocaso de su poder económico y militar (“el Imperio americano se derrumba”). Esto del “Imperio” fue un invento de la ultraizquierda hace una treintena de años y ya entonces se hablaba de caída (en similitud con la del Imperio romano). Estos chicos de la trenka, después de la coleta y ahora con traje de Armani, desde que empezaron a disfrutar de los beneficios de la casta, siempre andan confundiendo sus deseos con la realidad.
Cierto es que desde la caída del muro de Berlín y del paraíso comunista (ese si que se desplomó entre la alegría de los alemanes orientales y el llanto desconsolado de nuestros socialistas y comunistas), EEUU se convirtió en la gran potencia mundial hegemónica con la economía mas fuerte, las Fuerzas Armadas más potentes (nuclear y convencionalmente) y un despliegue de Bases Militares repartidas por los escenarios geopolíticos de su interés, con capacidad de proyección de fuerzas ágil y rápido para intervenir en cualquier lugar del mundo sin intromisiones o generar disuasión creíble (el miedo guarda la viña). Es decir. que no hacía falta un Imperio que ocupara países, como lo fue el Británico, para imponer su voluntad allí donde fuere necesario para sus intereses.
En los últimos años, esta situación idílica de EEUU se le ha complicado por razones endógenas (disminución del crecimiento económico, desigualdad interna, polarización de su sociedad que dificulta la llegada a acuerdos y decisiones representativas, el crecimiento de la deuda que limita las posibilidades de inversión, etc.). También, exógenos (el surgimiento de otras potencias con capacidad de influencia en el mundo -China y Rusia-, el sistemático ataque de estas potencias al patronazgo del dólar, la dependencia energética de EEUU -del petroleo y en menor mediada del gas- que se agrava con guerras que perturban el normal flujo del combustible o el cuestionamiento del liderazgo -antes Presidente senil, ahora, Presidente bufón-).
Por ahora, la distribución en el poder global se hace entre tres grandes potencias (EEUU, Rusia y China). La entrada en el escenario de nuevos países emergentes que quieren su protagonismo en este nuevo orden mundial, ha configurado una alianza con Rusia y China para favorecer sus desarrollos y tener capacidad decisoria en lo que sucede en el mundo. Son los llamados BRICS formados por las dos grandes potencias citadas más Brasil, India y Sudáfrica y, desde el año pasado, con nuevos miembros como Egipto, Emiratos árabes, Etiopía e Irán (Argentina fue retirada con la llegada de Milei). Pudiera parecer que se pasa de la tripolaridad (EEUU, Rusia y China) a una bipolaridad (EEUU, de una parte y de otra, los BRICS), pero eso es muy relativo porque China y Rusia, aunque puntualmente se apoyen, tienen intereses muy diferentes: Rusia quiere garantizarse una zona segura en la frontera con la OTAN, arañando todo el terreno próximo que pueda (Ucrania, Moldavia, corredor de Suwalki, etc) y debilitarla, buscando obtener la mayor influencia política global posible. En cambio China, que va a lo práctico solo quiere buscar su influencia global en el terreno económico, liderando la revolución tecnológica y el comercio mundial (en el aspecto geopolítico reunificarse con Taiwan, Hong Kong, Tibet, evitando la guerra, si hay cualquier otro medio de lograrlo). Por otra parte los países que han entrado en los BRICS ( los primeros, Brasil, India y Sudáfrica y los últimos, Egipto, Emiratos árabes, Etiopía, Irán) tienen intereses muy dispares (¿tienen muchos puntos en común la India del ultraderechista Modi con el Brasil del comunista Lula o el Irán de los Ayatolas?). ¿Que pueden aportar estos países emergentes a la asociación China-Rusia? En principio, un gran mercado consumidor y un frente común en las distintas asociaciones o foros en los que se fraguan las decisiones globales (ONU, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial e, indirectamente, en otros como el G-8 o el G-20).
¿La actuación aparentemente anárquica y disparatada del Presidente Trump podrá detener la deriva decadente del país en un escenario de potencias emergentes y tripolaridad? Mi respuesta en la próxima entrega.
16/07/2025
(2) La caída del Imperio
Manuel Castro Zotano
General retirado
Blog: despiertaespana.es
En mi último artículo hablaba del negro vaticinio de cierta izquierda, especialmente la social-marxista y la comunista, sobre el declive, cuando no el colapso próximo de EEUU como superpotencia mundial, que arrastraría en su caída indefectiblemente a la OTAN, Europa e Israel. Vimos con atención los argumentos endógenos y exógenos en los que basan sus esperanzas. No son pocos, ni leves. Nos preguntábamos si la actuación aparentemente anárquica y disparatada del Presidente Trump podría acelerar la deriva decadente del país en un escenario de potencias emergentes y multipolaridad.
Por el momento, no admite dudas con los datos en la mano, que EEUU, pese a los problemas internos, sigue siendo la mayor potencia mundial que ha demostrado una extraordinaria capacidad para superar cualquier crisis por grave que fuera. Lo tiene todo para serlo, una economía robusta y resiliente basada en la diversificación, innovación tecnológica, recursos naturales (petróleo, gas natural, minerales, madera,etc.) que le permite ser el mayor productor mundial de gas natural licuado, aluminio, electricidad, energía nuclear, etc.). El déficit demográfico lo soluciona con la inmigración, factor clave del crecimiento. Dispone de un mercado laboral fuerte y flexible y de unas infraestructuras que le facilitan el comercio y la actividad económica. Su moneda, el dólar, es la reserva en el mercado financiero internacional. Su política económica es estable y su cultura de emprendimiento ha contribuido al crecimiento económico y a la prosperidad de la nación. y por poner un punto de fin de párrafo, disponen de un sistema político y legal estable.
En lo referente a su potencia militar sigue siendo la primera del mundo con gran diferencia basada sobre todo en el mayor presupuesto mundial (777 mil millones de dólares). Personal capacitado y con experiencia en guerras y crisis (1,3 millones, sin contar la reserva). posee la mayor Fuerza Aérea del mundo (más de 13,200 aeronaves, incluyendo aviones de combate, bombarderos y aviones de transporte). Tiene una poderosa Armada (11 portaaviones de propulsión nuclear, decenas de destructores, submarinos y otras embarcaciones). Armas nucleares (igualando a Rusia en la cantidad de ojivas nucleares pero mas modernizadas). Despliegue global (bases militares en varias partes del mundo, incluyendo Europa, Asia, Medio Oriente e Iberoamérica). Tecnología, destacando en áreas como la guerra cibernética, misiles balísticos intercontinentales y defensa antimisiles. Guardia Nacional, una fuerza de reserva importante que puede ser movilizada por el Presidente en situaciones de emergencia. Tiene, asimismo gran capacidad de generación de fuerzas.
Así que tanto económicamente como militar es una superpotencia (en la definición de Buzan y Weaver) sin parangón en el mundo y su declive, que lo tendrá como todos los imperios que en el mundo han sido, no es cercano como lo ven los que confunden sus deseos con la realidad. El problema reside en si un Presidente tiene la autoridad suficiente para acelerar el proceso de decadencia (?). La respuesta es no, los Presidentes van y vienen en el tiempo y poco margen tienen para cambiar el núcleo duro de las políticas, se limitan generalmente a cambiar las formas o, como mucho, las prioridades. En el terreno que mejor conozco, el de la Defensa (ahora englobada en la Seguridad Nacional), llevo estudiando sus Estrategias (NSS) desde el año 2002, en que su primera salió a la luz como consecuencia de los ataques a las Torres Gemelas, hasta la última de 2022. Desde entonces, se han producido seis ediciones en función de las nuevas amenazas que han ido surgiendo (las dos primeras de 2002 y 2006, en tiempo del republicano Bush, las del 2010 y 2015, con el demócrata Obama, la del 2017 con el republicano Trump y la de 2022 del demócrata Biden) y estoy en condiciones de afirmar que los cambios han sido mínimos y la razón es sencilla, los dos partidos principales están de acuerdo en lo fundamental: la defensa de sus intereses permanentes y del papel que EEUU tiene jugar en el mundo. Quizás en linea con lo que decía Lord Palmerston (1794/1865) de Inglaterra hace casi doscientos años: “los ingleses no tenemos aliados eternos y no tenemos enemigos perpetuos. Nuestros intereses son eternos y perpetuos y nuestro deber es vigilarlos”. Muchos politólogos, especialmente de izquierda, hablan sin rubor que esa confluencia de intereses entre partidos se consigue por la influencia del lobby económico (en el que es parte fundamental el complejo militar industrial) que es quien domina todo. Los afines a EEUU , en cambio, solo ven ventajas de su amistad: garantizan nuestra libertad y democracia y nuestra seguridad, de forma que cuando se ponen las cosas difíciles para Europa no dudan en salvarnos como sucedió dos veces en el siglo pasado (I y II GM) y no sabemos cuántas durante la guerra fría. En esto último, perdónenme, pasa como con la definición de matrimonio como “la unión de dos personas (¡qué políticamente correcto!) para resolver los problemas que no tendrían de no haberse casado”. Pese a todo, a estos EEUU les queda cuerda para rato.
Los agoreros de la caída del Imperio y del consiguiente arrastre a los infiernos de la OTAN, Europa e Israel, nos quieren convencer que vendrá precedida de otra guerra mundial. Titulares tales como “la III GM está mas cerca de los que pensamos”, “se viene la III GM, una guerra por etapas” o como dijo el mismo Putin cuando EEUU bombardeo las instalaciones nucleares (?) de Irán: “nos estamos dirigiendo irremisiblemente a la III GM”. Responder a esta cuestión se sale claramente de la extensión de unos artículos, pero dada la trascendencia del asunto voy a hacer algunas reflexiones al respecto a fin de proporcionar a mis lectores elementos de juicio en los que basar las suyas propias.
28/07/2025
(3) ¿Estamos en guerra y no nos hemos enterado?
Manuel Castro Zotano
General retirado
Blog: despiertaespana.es
Visto desde el punto de vista de la seguridad global, la concepción de un mundo multipolar (en este caso tripolar) basado en normas (convenciones entre naciones que se rigen por el Derecho Internacional) es, potencialmente, mas inestable que el unipolar porque los intereses de cada polo, sea un país o un conjunto de ellos, pueden interferir con los de los otros polos produciéndose fricciones que den origen a conflictos que terminen en guerras.
¿Qué clase de guerras?, hay que olvidarse de enfrentamientos directos entre las grandes potencias que constituyen los polos del poder global (EEUU, China y Rusia), ni en el campo nuclear ni en el convencional. En el nuclear, porque cualquiera de los polos tienen la suficiente potencia atómica como para la aniquilación mutua. Tampoco se daría una guerra convencional entre polos que enfrente, como en la II GM, a ejércitos de millones de hombres con miles de carros de combate (sin descartar el poder aéreo y naval) porque las miríadas de bajas que se producirían no serían asumibles por ningún pueblo civilizado con un cierto nivel de vida (quizás China o Corea del Norte, dictaduras comunistas con un control totalitario sobre su población, si podrían). Prueba bastante la encontramos en los análisis de organismos tan prestigiosos como la Asociación Internacional Gallup que, en sus sucesivas encuestas sobre Seguridad Nacional, a la pregunta: ¿Lucharías por tu país en caso de que se declarara en guerra?, registró que, a nivel mundial, el sí está por el 52% y en España, sobre el 29% (en algo teníamos que ser campeones mundiales). Pero no queda ahí la cuestión. Desde que se inició el ataque ruso a Ucrania en 2022, el 43% de hombres en edad militar huyó del país para no participar en la defensa. De los que permanecieron, en 2022 un 73% estaba a favor de intervenir en la defensa, este número bajó al 63% en 2023 y al 35% en 2024. Hoy en día, el 70% de los alistados ha desertado de las filas del Ejercito ucraniano. Imagínense que pasaría en la Europa del furgón de cabeza (donde debería estar España), caso de una guerra. No les quepa la menor duda que o se inventa un sistema de combate de bajas cero (de eso habrá que hablar) o nos entregamos sin resistencia prefiriendo la esclavitud o la muerte en las mazmorras del invasor a arriesgar la vida por la Patria.
Entonces, ¿cuáles serían las nuevas guerras? Descartadas las “totales”, como hemos dicho, las grandes potencias dirimen ahora, y muy probablemente en un futuro próximo, sus diferencias no en confrontaciones directas sino, indirectamente, en forma de guerras de “baja intensidad” denominadas “subsidiarias”(por delegación o proxi) entre terceros países que reciben apoyos de los polos en conflicto e, incluso, como en el caso de Ucrania, la gran potencia es uno de los combatientes. También se están dando guerras “asimétricas” en las que un país se enfrenta a otro o a un actor no estatal, de abrumadora inferioridad en los campos militar, político, económico e informativo. Un nuevo concepto de guerra se está abriendo paso, el de “guerra híbrida” que podríamos definir como una mezcla de diferentes tipos de guerra (convencional, irregular, cognitiva, ciberguerra, etc.) en las que pueden participar actores no estatales y junto a operaciones militares tradicionales, se hace uso de acciones políticas, económicas o diplomáticas con un extensivo uso de la propaganda, de los medios de comunicación tradicionales y modernos y de sistemas tecnológicos avanzados . El hecho de que ciertos países poseen sistemas de misiles balísticos e hipersónicos, sofisticados drones empleados en enjambre o de aeronaves autónomas o teledirigidas les capacita para atacar a otros países enemigos (o actores no estatales desplegados allí) sin tener frontera física con ellos utilizando la “guerra aérea” (en algunos aspectos también aeroespacial). De todos modos, los tipos de guerra que aquí expongo son los que considero más probables, no agotan el catálogo y, en rigor, pertenecen a clasificaciones distintas lo que hace posible que cualquier guerra en curso pueda pertenecer a varios grupos a la vez. Así, la guerra de Ucrania, es “subsidiaria”, pero también “asimétrica” e “híbrida”. La guerra de Israel en Gaza, actualmente, es una guerra “asimétrica” e “híbrida”.
En la actualidad, ¿cuales son las zonas donde hay guerras o tienen alto riesgo de producirse?. Recurriendo a la Geopolítica estas “zonas de influencia o de choque” comprenden “fronteras calientes”, “corredores estratégicos”, “puntos de estrangulamiento”...etc. Así ,en Europa, está la zona colchón entre la frontera de la OTAN con la de Rusia (en 2004 las repúblicas Bálticas Estonia, Letonia y Lituania se adhirieron a la organización defensiva occidental y, desde el 2022, Rusia ha invadido Ucrania. Todavía queda Moldavia y el corredor de Suwalki -si se cierra este paso, Letonia, Lituania y Estonia quedarían aisladas del resto de la alianza atlántica-). Un punto de estrangulamiento entre Europa y África es el Estrecho de Gibraltar. En África, la zona Subsahariana (países como Sudán, Sudán del Sur, Somalia, República Democrática del Congo y Nigeria). Punto de estrangulamiento del Canal de Suez entre África y Asia. En Asia, la región de Oriente Medio, Cachemira, el Mar de China Meridional y la frontera entre las dos Coreas con los puntos de estrangulamiento de Ormuz y Bab el Mandeb. Por otra parte, está el concepto de “perturbador continental”, como toda potencia “que altera el equilibrio de poder y desafía el orden establecido en un continente, generando inestabilidad y cambios geopolíticos significativos” (podemos ampliar el concepto al de “perturbador global” cuando sus acciones afectan al mundo entero o de manera más restrictiva, “perturbador regional”, cuando afecta a parte de un continente). En la actualidad, considero a las tres grandes potencias (EEUU, China y Rusia) y el Terrorismo islamista internacional, como perturbadores globales. Iràn , Israel, como perturbadores regionales en Oriente Medio y Corea del Norte, de la región nordeste de Asia. Barajando los conceptos de “zonas de choque” y “perturbadores” sale el cóctel explosivo de la guerra (algunas ya están en curso y otras con alto riesgo de producirse).
Ya sabemos o por lo menos hemos reflexionado sobre las clases de guerra más probables en el presente y en un futuro próximo y los escenarios mas probables en que se producirán, si ya no se han producido. Nos quedan muchas preguntas que iremos contestando pero la más inmediata es intentar conocer las intenciones de los perturbadores, no sólo por lo que dicen (declaraciones, documentos de Politica o Estrategia de Seguridad, etc.), sino también por sus hechos.
Esto será abordado en próximos artículos.
06/08/2025
(4) Con amigos así para qué quiero enemigos
Manuel Castro Zotano
General retirado
blog despiertespana.es
Hemos reflexionado sobre las clases de guerras que se están desarrollando o las que probablemente se desencadenarán en un futuro próximo en el mundo y los posibles teatros de operaciones. Ahora toca hacerlo sobre los”perturbadores globales” que, o bien, quieren consolidar su soberanía sobre el orden mundial instituido o alterarlo para hacerse con cuotas de poder global cada vez mas grandes (porque eso del equilibrio es un bonito sueño). Esos perturbadores son los que lideran los polos a los que se adhieren determinados países, generalmente, de cultura, historia, y raíces próximas o por razones geopolíticas, que buscan su mayor desarrollo económico y social bajo el paraguas de seguridad que le proporciona la superpotencia o gran potencia, pagando, claro está, el peaje correspondiente.
En cuanto al polo Occidental (aunque figuren países de Africa, Asia y Oceanía), liderado por EEUU, se distingue porque cuenta con una alianza defensiva militar, la OTAN, en la que participan países como Canadá de América del Norte, otros de la UE (excepto Austria, Chipre, Malta e Irlanda) y algunos europeos que no están incluidos en la UE (como UK, Noruega, Islandia, Turquía y Albania). En Asia y Oceanía hay una serie de países como Japón, Corea del Sur, Tailandia, Taiwan, Australia y Filipinas que tienen acuerdos de defensa mutua con EEUU. Nueva Zelanda pese a que solo mantiene relaciones diplomáticos con EEUU se considera un Aliado respecto a Defensa. La India, pese a su alineación con los BRICS+, coopera militarmente con EEUU, aunque en la actualidad se ha acercado más a Rusia por el formidable negocio que representa la compra de combustible barato para revenderlo a occidente a precios elevadísimos (debido a las sanciones a Rusia por la guerra de Ucrania que gracias a la inteligencia de los políticos occidentales se han revuelto contra nosotros mismos). En el continente Africano, Estados Unidos tiene una presencia militar significativa en países como Marruecos, Nigeria, Somalia y Kenia con los que tiene una variedad de acuerdos de defensa y cooperación para promover la seguridad regional, combatir el terrorismo y fortalecer las capacidades de defensa. He dejado en último lugar (the last but not least), el caso de Israel. Ambos países firmaron el primer acuerdo bilateral de cooperación en materia de defensa (el Acuerdo de Asistencia Mutua para la Defensa), nada más independizarse como nación y en la actualidad la cooperación militar entre ambos países se basa en Memorandos de Entendimiento (el ultimo firmado por Obama en 2016 para el periodo 2019-2028). Pero la relación entre ambos países va mucho mas allá de los papeles. El complejo militar-industrial de EEUU está dirigido o respaldado por un lobby pro-israelí (importantes directivos o capitalistas de empresas del CMI, organizaciones sociales, universidades, Conferencias, etc.). Como contrapartida, Israel proporciona una posición estratégica estadounidense en la región, además de inteligencia y alianzas tecnológicas avanzadas.
Tratando de cuantificar el el peso del Polo Occidental en el concierto global, recurro al Indice Elcano de Presencia Global. Sintetizando, podemos de decir que pese a la notoria caída de EEUU durante la Presidencia de Biden, sigue siendo el primero de la lista con un indice superior al de Rusia y China juntos. Y los países de la OTAN son tres veces superiores al de los otros dos polos juntos.
¿Cuales son las intenciones de EEUU para seguir siendo la primeara superpotencia con mayor influencia sobre el mundo? El ultimo documento que nos lo revela es la Estrategia de Seguridad Nacional emitida durante la presidencia de Biden en 2022. A grandes rasgos, se centra en cuatro pilares principales: proteger a la patria, promover la prosperidad estadounidense, preservar la paz a través de la fuerza y avanzar en la influencia estadounidense (prácticamente, lo mismo que las anteriores ediciones de la Estrategia). Viene a decir que sin fortaleza interna no puede haber fortaleza externa. Constata que hay que trabajar en este aspecto y atribuye, por tanto, un cierto retroceso en la influencia global de EEUU. El eslogan “America is back” (América ha vuelto) define sus intenciones. Por otra parte, sus retos exteriores se basan en la búsqueda y consolidación de la influencia global en competencia con China que está ocupando los huecos que está dejando la perdida de influencia de EEUU. Considera que para la dedicar los máximo esfuerzos a la competencia con China en el espacio Asia-Pacífico es necesario y urgente que los aliados, especialmente europeos, muestren una mayor implicación con su propia protección que se traduzca en un incremento del gasto en defensa. Denuncia, asimismo, que de los tratados de libre comercio suscritos por Estados Unidos se han aprovechado otros en perjuicio de los intereses norteamericanos (no les huele todo esto a un tufillo propio de Trump). De todos modos, no descarta una coexistencia pacífica con la potencia asiática e, incluso, la cooperación con ella en beneficio del progreso de toda la Humanidad. A Rusia no la considera un competidor por el dominio del orden internacional sino un rival menor que contener en sus aspiraciones expansionistas. En cuanto al empleo de la fuerza en la consecución de los objetivos deja entrever que invasiones como la de Irak o Afganistán son cosa del pasado y está pensando más en guerras híbridas en las que combatan otros o intervenciones “quirúrgicas” de EEUU (como recientemente en Ián).
En cuanto a la lucha contra las amenazas globales que afectan a todos los países como el cambio climático, la seguridad energética, las pandemias, la seguridad alimentaria, la proliferación de armas de destrucción masiva y el terrorismo transnacional, considera esencial acometerlos de forma común y cooperativa.
¿Ha conseguido Biden los objetivos fijados en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2022? Es difícil contestarlo, pues en un solo mandato hay poco tiempo para llevar a cabo acciones de gobierno con las que se perciba una mejoría interior del país y un reforzamiento de su papel en nuevo orden mundial. De todos modos, actuó durante su mandato de forma muy lenta y poco eficaz, solo en el periodo de transición hasta la toma de posesión de Trump fue más dinámico por el empleo generalizado de ordenes ejecutivas. Sus logros en materia de política interior (Ley de Infraestructuras, ley antimonopolios, retornos de la industria manufacturera, etc.) no son a corto plazo. En materia exterior el principal escollo fue la guerra de Ucrania que se limitó a gestionarla, no a ganarla o pararla. Por si todo eso fuera poco, sus sustituto, Trump, un histrión hiperactivo, entró como un ciclón firmando numerosas ordenes ejecutivas con las que anulaba bastantes de las decisiones tomadas por Biden o resolviendo rápidamente problemas atascados con la Administración Demócrata. En resumen, podríamos decir que su mandato pasó desapercibido, cosa que no se puede permitir ninguna superpotencia que se precie y con sus formas débiles y seniles no mejoró la fortaleza interna y externa de EEUU.
¿Ha modificado Trump, desde su llegada, algunas de las lineas principales de la Estrategia firmada por Biden?. Por ahora no, sigue los mismos objetivos estratégicos (hacer mas fuerte la nación (“Make America Great Again”), nueva relación con los aliados basada en que cese el abuso de los convenios comerciales suscritos con ellos y, en materia de seguridad, que se rearmen para garantizar la seguridad de Europa a fin de que EEUU pueda ejercer el esfuerzo principal en la competencia con China por la región Asia-Pacífico). Lo que si ha cambiado es el modo de lograrlos. Se ha posicionado como un líder agresivo cuyas armas fundamentales son las sanciones (aranceles, básicamente). En poco tiempo ha agitado el saco de ratones. En el interior, buscando resolver el problema migratorio que le llevó al enfrentamiento político con Canadá y Méjico por el blindaje de las fronteras a la emigración (declarando emergencia nacional para poder mandar tropas a la frontera sur). Deportaciones masiva de ilegales, limpieza de la calles de insociales. Acciones contra las ideologías woke, atacando a sus difusores, etc. Acuerdos con terceros países u organizaciones internacionales, bajo presión, para mejorar la balanza de pagos con el exterior (caso emblemático es el Acuerdo con la UE, recientemente firmado, en que sale ganando -rearme, con compras masivas de armamento a empresas estadounidenses, aranceles del 15%, inversiones en EEUU de 600.000 millones de dólares, compra de gas licuado, etc). En el exterior, consiguió, prontamente, un alto el fuego en Gaza por el conflicto de los rehenes, que no duró mucho. Creo problemas con su deseo de hacerse, mediante compra, de Groenlandia o el control del Canal de Panamá. Intentó parar a guerra de Ucrania en cuestión de días y ya lleva meses toreado por Putin... Eso sí, se ha ganado la antipatía o el rechazo, incluso de sus aliados, pero eso no le importa, trabaja para su propio ego (posible premio nobel de la paz) y contentar a su bullicioso electorado.
Si estos son los nuestros, ¿cómo serán nuestros enemigos? Habrá que verlo…
13/08/2025